Hay amigos que vienen a tiempo, y otro solo cuando tienen
tiempo. Tú, no sé como lo haces, pero siempre llegas a tiempo. Me conoces tan
bien, que sabes cuando estoy a punto de derrumbarme, para estar ahí y
levantarme cuando me caiga. Me faltan vidas para agradecerte todo lo que has
hecho por mí. Las risas, los buenos momentos, no nos los quita nadie. Porque tú
y yo sabemos que esta amistad es muy grande, que nada ni nadie podrá con ella.
Y es que con solo una mirada, adivinas mi estado de ánimo. Con solo una
sonrisa, me alegras el día. Eres tú, mi gran apoyo. La que es capaz de luchar
en mi nombre, para evitar que me hagan daño. Te has convertido en esa pieza tan
especial de mi vida, indispensable, inolvidable. Sabes que siempre voy a
recordar cada segundo, cada tontería, que cada una de ellas, han hecho de mí
una persona diferente. Una persona mejor. Que tú eres la que me enseña cada día
a superar mis miedos, mis inseguridades. La que me da ese empujoncito cuando
más lo necesito.
Gracias :
Y solo te doy las
gracias por no abandonar, por escuchar, por opinar, por aconsejar y por no
hacerme llorar. Gracias por hacerme saber día tras día que estarás ahí para
apoyarme siempre que te necesito. Por quererme, por secar mis lágrimas por
regalarme tu sonrisa y por hacerme sentir especial.
Y si lloras lloraré contigo y si cantas cantaré contigo y si
sonríes sonreiré contigo.
Y si marchas algo mío marchará junto a ti.
Tan solo me queda decirte te quiero, amiga.
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