martes, 16 de abril de 2013

Del todo al nada.


Y cuando te das cuenta de que lo has perdido, pero esta vez del todo que otra puede estar besándolo en este mismo instante, algo se mueve por dentro, las lágrimas te impiden sacar esa sonrisa que todos adoran. No puedes más y quieres gritar que lo quieres más que a tu propia vida, pero algo de repente se acaba al pensar todas esas cosas que te hacen daño y que son difíciles de sacar de tu cabeza. Pensar que él a ti no te quiere, que te ilusiona con todas sus palabras y que quizás ya no volverás a escuchar un puto te quiero de él a tu oído, ese te quiero que cambiaba todo en un segundo y justo ahí te das cuenta que ya nada tiene sentido, que deseas desaparecer, que este mundo no es para ti y que nunca en la vida encontrarás a alguien mejor que él, no encuentras motivos por el cual seguir en pie, y vuelves a llorar, esta vez sin fuerzas para volverte a levantar. Porque aún no entiendes como fue que todo cambio de la noche a la mañana de un todo al nada, de un te amo a ser la persona más insignificante en su vida. Y entonces entenderás que nunca le importaste, que quizás fuiste demasiado para él por eso nunca te valoro.

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